viernes, 4 de febrero de 2011

POEMA PARA ELISABETH

Me pellizcas varias veces, me das palmaditas en la mejilla, me gritas, me coges de los pelos y me sacudes la cabeza, luego me arañas, me empujas, me pegas patadas y puñetazos en la cara e intentas asfixiarme con un cojín.

Cuando caigo en la cuenta de que estás asustada, de que te sientes sola en la vigilia, de que sólo intentas despertarme de un sueño demasiado profundo,

yo ya estoy malherido. Y te odio.